ZURIEL VALENCIA
BIENVENIDOS
Hola compañeros, sean todos bienvenidos a mi blog. Les invito a leer y comentar mis post.
Saquemos provecho a esta actividad....
Saludos!!!
Wednesday, December 28, 2011
Thursday, December 15, 2011
Tuesday, December 13, 2011
Saturday, December 3, 2011
REPORTE 8. LOS HORNOS DE HITLER por Olga Lengyel.
Bien, seguimos en pie con los reportes de lectura, y ahora que ya vamos de salida, les recomiendo leer este libro.
La semana pasada, les comenté que a Olga la condenaron a muerte, pero afortunadamente supo escapar de esa situación. Les conté que la "ascendieron de puesto" y por culpa de la que era su jefa la iban la llevaron a la cámara de gas, pero me gustó su actitud, sacó fuerzas y valor para escapar de ese pequeño infierno.
Regresó a la enfermería, la seleccionaron para quedarse de encargada, solo había cinco internas que fungían el papel de enfermeras, ellas tenían conocimientos sobre el trabajo, puesto que algunas de ellas eran esposas de médicos, pero no tenían las herramientas suficientes ni en las mejores condiciones, pero bueno, al fin y al cabo, tenían enfermería, aunque eso no quería decir que les dieran mejor trato a las enfermas, pues era otra artimaña de los alemanes para saber quién estaba enferma, y de esta manera hacer uso de las ambulancias de "Cruz Roja", pero no para llevarlas a un hospital y esperar a que se aliviaran, al contrario, para llevarlas a las cámaras de gas.
Las enfermeras se exponían incluso a contagiarse con las enfermedades mortales que las enfermas tenían. Una de la enfermeras se contagió de escarlatina, y como ya sabía que sería llevada a la cámara de gas, sacó fuerzas para decirles a las demás enfermas que no se preocuparan, que estarían bien, y que las atenderían mejor que antes, ¡Qué muestra de valor expresó esta mujer!
Olga estaba muy deprimida por la situación que estaba viviendo en ese momento, incluso llegó hasta el grado de pensar en suicidarse, pero afortunadamente conoció aun señor francés, quién le dio ánimo, pues le pasaba noticias de la situación actual, además le dijo que tenía que vivir por ella, ya no pensar en los demás; además la invitó para fungir el papel de mensajera y continuar transmitiendo las noticias a las demás personas, aquí fue donde se dieron cuenta de que en 3 meses llegaron a exterminar a más de 1'300,000 personas.
Después, a las enfermeras las mandaron a recoger equipajes, aquí Olga invitaba a las mujeres a que dijeran que sus hijos tenían mayor edad, y que no dejaran que los enviaran a al izquierda, muchas de las mujeres la veían mal, pues andaba toda andrajosa, pero no sabían que quedarían en las misma situación.
Había un cuarto llamado Canadá, el motivo del nombre no se sabe, pero a este cuarto llegaban todas las pertenencias de valor de los presos, muchos de ellos llegaban con muchas alhajas, ropa fina, entre otras cosas. Los presos que trabajaban en este cuarto, llevaban a cabo el mercado negro, robaban estas prendas para conseguir más alimento; lo que no me cabe en la cabeza, es que algunos intercambiaban las cosas por vino, pero bueno, era una de sus necesidades para olvidar sus penas, aunque no es una razón válida para hacerlo.
Hubo una ocasión en que llegaron un grupo de polacos, pareciera que tenían más privilegios, pues a ellos les permitieron entrar en familia, esposos con esposas e hijos, incluso les daban dormitorios especiales, hasta les daban material para tejer prendas, algunas se las ponían ellos, otras se iban al mercado negro. Pero no sospechaban que más tarde los matarían sin compasión, todas las familias polacas, sin importar si era joven o viejo, enfermo o sano. Al ver eso, las demás personas se sintieron privilegiadas. Aunque continuaba la tristeza en las mujeres por haber sido separadas de sus familiares, muchos de ellos ya estarían muertos.
Me dio mucha tristeza el caso de una enfermera, pues ella estaba contenta y segura de que su mamá estaba bien, ella vivía por ver nuevamente a su mamá. Incluso le dijo a Olga que su mamá no corría peligro, estaba en el bosque escondiéndose de los alemanes; un día empezó a carcajearse de manera histérica, pues vio el cadáver de su mamá en el depósito de cadáveres. Olga la tuvo que sacar de allí para que no la vieran los alemanes y la mataran también.
Bueno, eso y muchas cosas más ocurrieron, la verdad es muy difícil expresarse al imaginarse tanta maldad que ocurrió en esos campos de concentración, a mi parecer sería difícil matar a la propia familia, la lectura dice que muchos quedaron locos después de ser obligados a matar a sus familiares; esposos a esposas, padres a hijos, hijos a padres, hermanos a hermanas.
Bueno, creo que eso es lo único que les platicaré en esta semana, aunque fueron más cosas que leí, solamente les abro el apetito para que lean ustedes mismos este libro. Primeramente Dios, la semana entrante les platicaré otro poco de este libro.
Aprovecho para dar mis agradecimientos, esta actividad la verdad me sirvió mucho, crea un hábito de lectura que jamás había logrado. Agradezco a mi profesora Michelle, que nos ha transmitido gran parte de sus conocimientos y su experiencia. Doy gracias también a mis compañeros por haberme soportado durante estos 4 años y medio, con quienes viví grandes experiencias, compartimos muchas cosas, por lo que me atreví a considerarlos parte de "mi familia", puesto que nos la pasamos más tiempo juntos en la escuela que el tiempo que pasamos en casa con nuestros familiares consanguíneos. A todos ustedes: espero les vaya bien y que con la bendición de Dios cumplan sus propósitos.
"A Dios vayan las gracias por su indescriptible dádiva gratuita" 2Co. 9:15.
Gracias a mis padres por su esfuerzo y su apoyo, y que como familia juntos salimos adelante. Gracias a mi abuelo que siempre me dio ánimos para seguir adelante y que con su ejemplo me enseñó superar los obstáculos, que Jah lo tenga registrado en su libro.
¡Gracias a todos!
Zuriel Valencia
Saturday, November 26, 2011
REPORTE 7. LOS HORNOS DE HITLER por Olga Lengyel.
Bien, después de tantas vacaciones prácticas y tareas, continuamos con las historias terroríficas.
La semana pasada les platiqué de como engañaban los alemanes a las familias de los presos para atraer mas gente al campo de concentración, para de esta manera exterminar a más personas. ¡Qué astucia tenían los alemanes, no creen! Bueno, ahora Olga ya se ha dado cuenta de muchas situaciones y ha abierto los ojos a la realidad, aunque pareciera que sigue soñando.
Olga se ha dado cuenta que la jefa de su barraca es una polaca llamada Irka, esta señora llevaba 4 años en el campo de concentración, lo cual le dio un aliciente para seguir adelante, pues pensó que si la polaca ya llevaba cuatro años, ella podía aguantar mucho tiempo en el campo. Irka, era exigente al momento de pasar lista. Pero pareciera ser muy buena persona. Olga le platicó con ella sobre el deseo de poder ser libre y salir de ese infierno, a lo que Irka respondió que no era posible eso, pues todas las presas estaban expuestas a que las mataran en cualquier momento, que no se hiciera ilusiones. Pero además, le contó su experiencia sobre la fila, que envió a sus hijos con la abuela para que los cuidara, a lo que Irka dijo que ya ni pensara en reunirse con su familia, porque muy seguramente a esas alturas ya no existían en este mundo. Fue muy doloroso saber eso, pues pensaba que había hecho un bien a su hijo mayor, pero ahora se había dado cuenta que en realidad, le había adelantado la muerte, tanto a él como a su mamá. Bueno, tampoco tenía esperanzas de que su papá estuviese vivo. También Irka, dijo que en realidad esos hornos a los que llamaban panaderías, no era tal cosa, sino que eran hornos en los que incineraban a las personas muertas, pero como cada día había más y más personas que llegaban en vagones, estaban repletas. Muchas veces, esas "panaderías" las ocupaban para incinerar a los niños, gente mayor y enfermos. Pero por lo mismo, que estaban llenos los hornos, tal vez sus hijos todavía no eran incinerados, pero no era seguro.
Después se enteró de que su esposo tal vez si estuviese vivo. Entonces buscó la manera de salir de la barraca y de su campo para poder pasar a otro campo: el de los hombres. Finalmente, lo logró, y encontró a su esposo, él andaba todo andrajoso al igual que ella, con ropas sucia y vieja, ambos se miraron y el Doctor Lengyel dijo: ¡Hasta dónde hemos llegado! Lo dijo porque, anteriormente, ellos no sufrían las carencias que en ese momento padecían, estaban muy delgados, malcomidos, mugrosos, y demás. Cuando los guardias descubrieron que estaban juntos, los golpearon, porque no se podían ver las mujeres ni los hombres, por eso cada quién tenía sus barricas. Los separaron, y no pudieron ni siquiera decirse adiós.
En una ocasión, Olga se encontró con un hombre en las barracas, se supone que no podían verse hombres con mujeres, pero en ese momento el hombre estaba trabajando reparando las barracas, le dio algunas prendas, claro, no muy elegantes por la situación que estaban viviendo, y además la invitó a comer, por primera vez en "no sé cuánto tiempo" comió una papa. Pero, ese mismo día se dio cuenta las intenciones que tenía ese hombre, lo que quería era aprovecharse de la situación para estar con una mujer. Durante mucho tiempo, después de las insinuaciones del señor, despreció los regalos, pero empezó a debilitarse, porque no era suficiente la sopa maloliente que les daban, entonces encontró a un señor que no tenía dientes quien estaba comiendo papas, pero el centro estaba duro, y le dio el centro de las papas a esta mujer. Las demás mujeres hacían lo que fuera con tal de tener un poco más de alimento. Había quienes, antes no robaban por tener una buena reputación dentro de la sociedad, pero en esa situación era difícil ser honrados.
Más tarde, Olga fue ascendida, la enviaron a "enfermería", en donde, lo único que hacía era recabar información y hacer una lista de las mujeres que iban llegando en los vagones. En una ocasión, se enfermó, sufrió por altas temperaturas, tenía tos. Hasta eso ¡estar enfermo era un delito! Lo que hizo Olga fue cubrirse la espalda con un trapo que le presto una de sus vecinas, otra de sus amigas también estaba enferma e hizo lo mismo, cubrirse. Cuando la guardia se percató de eso, las golpeó demasiado, hasta cansarse y las mandó a la cámara de gas. Pero lo que me impresionó fue el valor de Olga, pues sacó fuerzas para levantarse, y escapó de la fila de aquellas mujeres que enviaron para exterminar y regresó a su barraca. Las demás mujeres se sorprendieron porque estaba de vuelta, pero ella aseguraba que no la habían elegido para llevársela, eso para no hacer alboroto o la echaran de cabeza, pues era muy común echar de cabeza a las compañeras.
Eso es todo por hoy, les seguiré contando más la siguiente semana.
Zuriel Valencia
Tuesday, November 22, 2011
Saturday, November 19, 2011
TAREA 6. Importancia del liderazgo en las negociaciones.
Para comprender la importancia del liderazgo en las negociaciones, primeramente tendremos que comprender qué es el liderazgo. Según Karp (2008), dice que "la gestión empresarial moderna -y de forma más específica el liderazgo- no es un conjunto de herramientas técnicas; es un paradigma. Este paradigma de liderazgo implica un visión en la que la función especial de los líderes es dirigir y controlar. Este control se ejerce eliminando la incertidumbre y haciendo frente a las desviaciones negativas del plan supremo. Por tanto, los líderes tienen que comprender todo el sistema, ver sus conexiones, prever las respuestas de la gente y, a partir de aquí, diseñar y ejecutar las intervenciones adecuadas".
Pero sabemos que una persona no hará el trabajo solo, sino que se necesita de más personas que puedan contribuir para la realización del mismo. es por ello que se considera líder a aquella persona que ejerce el liderazgo, haciendo las cosas con la ayuda de otras personas a quienes guía y motiva, compartiendo su pasión y retos en pro del bien común.
El liderazgo se lleva a cabo en diferentes facetas de nuestra vida, se puede poner en práctica en la familia, en la escuela, en la comunidad y/o dentro de cualquier organización en la que nos encontremos. Pero esto es muy importante, ya que mediante el liderazgo se puede realizar grandes trabajos, esto es porque el líder sabe controlar y dirigir a su personal para ser apoyado en las labores, es decir, delega el trabajo.
La tarea del líder no es tan fácil, debe ser capaz de tener muy buena comunicación y una capacidad de integración, es hacer que los miembros de la organización liberen su energía para el logro de un objetivo común. La comunicación cumple un rol importante, ya que permite transmitir lo que está dentro de nosotros tal como lo sentimos. Y la integración permite realizar acciones eficiente en forma conjunta y sin desconexiones.
Básicamente el liderazgo consiste en una forma de ser, pues el líder se va formando día a día. Además un líder no solamente debe delegar responsabilidades sino que debe expandir el poder hacia otros, ser humilde y considerarse sustituible.
Por todo lo anterior, podemos decir que el liderazgo es importante ya que es vital para la supervivencia de cualquier organización. Es importante, por ser la capacidad de un jefe para guiar y dirigir, Una organización puede tener una planeación adecuada, control, etc, y no sobrevivir a la falta de un líder apropiado, incluso dicha organización puede carecer de planeación y control, pero, teniendo un buen líder puede salir adelante.
Zuriel Valencia
REPORTE 6. LOS HORNOS DE HITLER por Olga Lengyel.
Bien, la semana pasada les platiqué sobre cómo fue engañada la familia Lengyel, así como muchas otras familias, además que vivieron momentos tensos por no saber cuál sería su paradero. Esta semana les platicaré sobre su llegada y las "habitaciones en las que se hospedaban", mejor conocido como la Barraca 26.
Pues bien, llegaron al campo de concentración, pero no se imaginaban qué futuro les depararía en estos; muchas personas seguían teniendo las esperanzas de que las cosas mejorarían, o que trabajarían para los alemanes, pues de cualquier manera que lo quieran ver, estas persona eran esclavas. Antes de bajar de los vagones, tuvieron que esperar una octava noche, en la que todos estaban hacinados en un rincón, pues tenían que separarse de los cadáveres que, incluso, ya estaban en estado de descomposición. ¡Imagínense que terrorífico tuvo que haber sido eso!
Al bajar de los vagones, se dieron cuenta de que serían reclutados en un bosque cercado con alambre de púas altamente electrificado, por lo tanto, no podían escapar con facilidad. Los dividían en dos grupos, uno a la izquierda y otro a la derecha; la primer selección que se hacía era separar a hombres de mujeres y niños, los médicos los separaban en otro lado con sus maletines quirúrgicos, lo cual les daba un aliciente de vida, pero no se imaginaban lo que vendría más adelante, pues se pensaba que llevaría a los enfermos a que los curaran, pero jamás pasó por la cabeza de ninguno que en realidad los llevarían a las cámaras de gas y de allí a los crematorios.
Más adelante, cuenta Olga, se hizo otra separación a la izquierda y a la derecha, esta sería la primer selección de quienes serían sacrificados, pero nadie sabía que eso sucedería. Los alemanes tenían todo muy bien planeado para no dar a sospechar. Las personas de mayor edad y los niños eran automáticamente ordenados que se pasasen a la sección de la izquierda (los que morirían primero), la única explicación que se les dio fue que los ancianos quedarían al cuidado de los niños. Olga dice que pensaba que los adultos quedarían para hacer trabajos pesados, en cuanto a los ancianos y los niños serían atendidos.
Aunque ella dice que cometió un grave error, a mi me parece que no cometió nada, pues lo que más quería ella era proteger a su familia, y dentro de la inocencia que guardaban, no identificaban lo maliciosos que eran los planes de aquellos militares inhumanos. Cuando llegó su turno de pasar con los seleccionadores, automáticamente pasaron al más pequeño a la izquierda, mientras que a la abuela, a Olga y su hijo mayor los pasaron a la derecha. El oficial preguntó si el niño mayor tenía 12 años, a lo que Olga respondió que aún no los cumplía, y lo pasaron a la izquierda. Pensando en el bienestar de sus pequeños, convenció a su mamá de acompañarlos para cuidarlos, a lo que la señora aceptó, y Olga hizo la petición de que mandase a su mamá con los niños, porque quería estar al cuidado de ellos. ¡Qué tristeza sentiría más tarde al saber que ella les ahorró el trabajo de seleccionar!
Más a delante, ella tenía que andar sola, pues a su familia la enviaron por otro rumbo: a los crematorios. A todas las mujeres las pasaron por cuartos, en donde las hacían desnudarse completamente mientras soldados borrachos las veían con morbo. Allí las despojaron de todas sis pertenencias: fotografías, prendas, joyas, y todo lo demás que era de gran valor. Aunque las hacían desnudarse, a muchas de ellas se les permitía quedarse con sus zapatos, claro, quienes tenían zapatos viejos, pues a los militares no les serviría de nada quedarse con cosas sin valor. Olga se quedó con sus botas de hule, pues a los soldados no les importó que se quedara con ellas porque estaban sucias y llenas de fango. Estas botas le fueron de gran utilidad, pues a todas las esposas de médicos se les hizo entregar todas las medicinas con las que contaban incluidos los venenos. Pero ella escondió el veneno en un cierre de las botas (dicho veneno todavía no sé para que sea, pero en cuanto lo sepa, les digo). Después de desnudarse, las enviaron a otro cuarto para examinarlas, les hacían exámenes orales, rectales y vaginales. Después las raparon , las depilaron, las bañaron con agua muy caliente y las desinfectaron, las pasaron a otro cuarto en donde les otorgaron sus prendas carcelarias, la distribución de las prendas no fue muy lógica, pues se las daban sin importarles si les quedaban o no, a algunas delgadas les tocaba ropa holgada mientras a las mas llenitas les tocaba ropa ajustada o incluso a muchas no les quedaba, pero no cambiaban ropa entre ellas.
Después se les llevó a otra parte, pasando por un edificio de ladrillos rojos, en la chimenea salía mucho humo, al preguntar qué era esto, una guía carcelaria dijo que era una panadería. Llegaron a sus habitaciones, la barraca 26. Esta parecía un establo, estaba todo sucio, y sus camas eran unas tablas en las que tenían que dormir casi amontonadas, muchas de ellas no podía ni moverse, otras preferían dormir en cuclillas, vivían en situaciones deplorables e insalubres, tenían solo 20 vasos y cucharas para 1,400 o 1,500 personas. En la noche no podían ni salir al baño, si se les ocurría salir, las mataban; y después preguntaban el motivo por el cuál habían salido. Sólo tenían derecho de ir 2 veces al baño. La barraca la tenían que mantener limpia, pero se preguntaban cómo lo harían si no tenían utensilios de limpieza, mas tarde decidieron cortar un pedazo de tela a aquellos vestidos largos de las mujeres a las que les quedaban grandes. En cuanto a la comida, les daban una sopa que sabía horrible, muchas veces tapaban la nariz y se la pasaban; como aquellos niños que se toman una medicina que sabe amarga. En la sopa, muchas veces encontraban latas, botones, maraña de pelo, llaves y hasta ratones. En una ocasión encontraron un alfiletereo. Esa sopa era de dudosa procedencia, pero con hambre se la tenían que tomar, a veces les daban un pedazo de salchichón del grosor del filo de un cuchillo. ¡Imagínense, yo en esa situación, ya me hubiese muerto de hambre!
Tanta era su hambre y su sed, que lo que más les importaba era saciarlas. En tiempo de lluvias, muchas mujeres se inclinaban para beber el agua que se estancaba dentro de la barrica, esa agua, obviamente era impura, pero ya no les importaba lo que sucediera, al fin y al cabo, la muerte era mejor que estar ahí dentro, esa podría ser una liberación.
A esas mujeres les hicieron escribir cartas a sus familiares, pero los soldados obligaban a escribir que estaban muy bien, y que vivían en otra ciudad, esto servía para engañar a los familiares de las mujeres y llevarlos, también al campo de concentración.
Esto es lo que les comparto esta semana, y les dejo un link que habla sobre el primer museo del Holocausto de Brasil, espero lo puedan leer.
Zuriel Valencia
Saturday, November 12, 2011
REPORTE 5. LOS HORNOS DE HITLER por Olga Lengyel.
Pues seguimos con las atrocidades que hicieron los alemanes. La semana pasada les conté que Osvath quitó todas las pertenencias al Doctor Lengyel, y que prácticamente los dejó en la calle. Bueno, la señora Lengyel guardó todas las cosas en cajas, como había ordenado Osvath, las cuales no sé a dónde fueron a parar; pero dejaron vacía la casa.
Aquí se empiezan a narrar momentos más difíciles; pues como ya sabrán había toque de queda, y no podían salir antes de las 7 de la mañana. Les digo esto, porque resulta que el padrino, el Doctor Elfer, falleció en una madrugada de Abril a las 2 a.m.; lamentablemente, la familia no estuvo con él hasta su muerte como hubiese querido, pues si salían de madrugada se arriesgaban a que los mataran en la calle. Pero cuando dieron las 7 de la mañana, corrieron en busca de un taxi, pero no encontraron ninguno, hasta que encontraron transporte. Les dolió mucho la pérdida de ese señor tan generoso, y más cuando no pudieron estar a su lado en su agonía.
Después de tanto, reconocieron al Doctor Lengyel como uno de los encargados para atender a pacientes enfermos, ya que había muchas enfermedades, contagios, muertes, pestes; y en cada ciudad había un doctor encargado. Todos los reportes los tenían que enviar al Doctor Konczwald, quien, digamos, era el supervisor de todos los doctores. Se supone que era buen amigo de Lengyel. Aunque el doctor Lengyel era encargado de Cluj, su estaba planeando huir de la ciudad junto con toda su familia, en busca de refugio, pero lo malo es que en ese momento estaba a cargo de sus sobrinas, quienes tenían 16, 18 y 20 años, con quienes tenía confianza de platicar de la situación que en ese momento estaban viviendo, les planteó el escape, pero se rehusaron a apoyarlos, ya que tenían miedo de que les sucediese algo. Aunque los Lengyel insistían en llevar a cabo su plan, ellas no querían salir, y no podían dejarlas solas, pues sabían que abusaban de las mujeres más estando solas.
En una ocasión, citaron al doctor en una estación de policías, con motivo de reunión de médicos. Estaba desconcertado, nunca se había sabido de alguna reunión de médicos en una estación de policías. Su esposa estaba muy angustiada, pues con la situación que estaban pasando, todo se podían esperar. Pero, el doctor pensó que si iba, lo podrían hasta matar, pero si no iba, lo buscarían hasta encontrarlo y de todas maneras lo matarían. Así que se armó de valor, pidió protección a Dios, y salió. La esposa muy angustiada, investigó qué harían con su esposo, a lo que le informaron que lo deportarían a Alemania (porque según en Alemania no había suficientes doctores). Lo que menos quería era separarse de su familia, y se le metió la idea de ir con su esposo, le expuso la situación a sus padres, pero trataron de detenerla. Siguió con la investigación, y le dijeron que no corría peligro, que su esposo estaba comisionado para atender pacientes en Alemania, y que si quería acompañarlo que no habría ningún problema. Así que convenció a sus papás y se fueron en busca de su esposo. Pero no sabían que todo era una artimaña más de los alemanes. Fue en busca de una monja, Esther, quien le ayudaba mucho, para pedirle consejos, pero en ese momento no se encontraba, así que habló con la Madre Superiora, quien llamó a la señora Konczwald, pues pensaban que ella podría ayudarles a sacar al Doctor Lengyel y no enviarlo a Alemania, pero el resultado fue que los encarcelaron para enviarlos a todos a Alemania. Después, los llevaron a unos vagones, en los que solamente cabían 8 caballos, pero que hicieron caber a 96 personas, entre hombres, mujeres y niños.
Muy triste historia, pues duraron 7 días de camino, y sin comida, solamente una vez les dieron agua, pero no era suficiente para todos. Día que iba transcurriendo, había más enfermos, niños con escarlatina, personas con gastritis, enfermos de disentería, enfermedades infecciosas. Pero conforme fueron pasando los días, soportaban más ver a las personas, incluso que iban muriendo y convivir con los cadáveres dentro.
En uno de esos días, una persona murió, y cuando les dieron agua, alguien dijo: Hay una persona muerta aquí dentro. A lo que respondieron que tenían que aguantarse, pues verían a mas gente muriendo durante el transcurso del viaje. Una señora soportó ver la agonía dentro del vagón, un joven estuvo al cuidado de su papá hasta la muerte, y todos elevaron plegarias.
Esa situación fue muy insoportable a mi parecer, pero qué aguante debieron tener todas las personas que vivieron semejantes atrocidades. La próxima semana seguiremos con más.
Zuriel Valencia
Saturday, November 5, 2011
REPORTE 4. LOS HORNOS DE HITLER por Olga Lengyel.
Hoy no leí mucho, pero con lo que leí imaginé la inhumanidad de las personas al leer el libro, y lo aterricé a la realidad, y creo que no hay mucha diferencia.
¿Se acuerdan de Osvath? En el reporte pasado, les platiqué que hizo que la esposa de Lengyel firmara los documentos en los que otorgaba los derechos de todas las propiedades, tanto de la casa como del hospital para dejar en libertad a su esposo. ¡Qué crueldad! Y tampoco le importó el bienestar de los hijos.
Pues en efecto, dejaron en libertad al Doctor Lengyel. Pero Osvath lo citó en su oficina, para hablar sobre el asunto. Le dijo al Doctor Lengyel que tenía que desalojar la casa y el hospital, y solamente le dio 3 días. Del hospital no podía sacar nada, ni siquiera una jeringa, de lo contrario sería acusado de robo. ¡Qué cinismo! Cometieron atrocidades peores y sólo por una jeringa acusan de robo, y todavía se sentían con el derecho de matar a la persona. Lo peor de todo, les dijo que se retiraran de las propiedades y que no comentaran nada, y si comentaban tenían que decir que habían vendido las propiedades, y si se llegaba a saber lo contrario, lo mataban.
A la señora se le encargó retirar todas las cosas de valor de la casa, y demás les dijo que tenían dos días para sacar a los "vejestorios" que estaban ahí dentro, refiriéndose al papá y al padrino de Olga. Ella se entristeció y trató de implorar que se quedasen en el hospital, pues si recuerdan, el padrino debía tener cuidados especiales porque estaba enfermo de cáncer, pero Osvath no accedió, y dijo: "... en estos días no hay lugar para sentimentalismos. Solamente un tonto no sacaría ventajas de las circunstancias."
¿Ven? Simplemente quería sacar ventaja por las circunstancias deplorables que se estaban viviendo. Lo peor de esto fue que Osvath había sido alumno del padrino de Olga, y ni por eso se compadeció del señor. El Doctor Lengyel estaba rabioso, pero tenía que controlarse porque en cualquier momento que perdiera los estribos, en ese mismo momento lo mataban.
Fueron afortunados en el sentido que el Doctor Hajnal aceptara que el padrino fuese trasladado a su hospital.Llegó el momento de ser trasladado, el Doctor Hajnal envió una ambulancia, pero aún no sabían qué decirle al Señor, pues el saber que sería reubicado en otro hospital, le entristecería demasiado. Acordaron en no decirle nada, para que no cayera en tristeza y preocupación. Cuando le dijeron que lo tenían que trasladar les dijo: "¿Están echándome fuera, queridos? Ustedes saben que no viviré mucho tiempo". Esto les dio más tristeza a los Lengyel y tuvieron que decirle la verdad, de esta manera el padrino comprendió la situación, aunque de cualquier manera se entristeció, pues el éxito de ese hospital lo habían logrado entre él y el Doctor Lengyel, y ahora venía otra persona a quitarles en un momento sus pertenencias.
Ese hospital tenía muchos recuerdos, era donde habían curado muchísimos pacientes, el Doctor Elfer (el padrino) y el Doctor Lengyel, trabajaron muy unidos, no se preocupaban por las finanzas de ese hospital, en muchas ocasiones curaban sin ningún costo, es más, ayudaban demasiado a las personas de bajos recursos. El Doctor Elfer no se preocupaba por el dinero, pues lo gastaba en libros para poder ayudar a la gente, compraba medicinas para poder regalárselas a las personas pobres, si era necesario viajar largas horas para atender a un paciente, lo hacía, contrataba servicios de taxi, sin importarle cuánto le cobraran, aunque a veces se encajaran. Con el tiempo, le compraron un carro con asiento trasero que se convierte en cama, para que durmiese en ella cuando tuviese que viajar a lugares muy lejanos. Pues esa cama la utilizaba para trasladar a pacientes graves, o incluso para practicar operaciones. ¡Qué muestra de solidaridad demostró el Doctor!
En estos tiempos, también hay personas que se aprovechan de de las malas rachas que pasan las personas para sacar provecho, pero también hay una que otra persona (muy pocas) que tienen un espíritu de humanismo y solidaridad con las personas. Y para reflexionar, ¿con quién nos identificamos, con el Doctor Elfer o con Osvath? Recordemos que ambos tenían la misma formación académica, pero ambos actuaron de diferente manera. Ahora, nosotros como Licenciados en Turismo, ¿cómo podríamos realizar acciones humanitarias y solidarias? Me gustaría que se sintieran libres para comentar sus ideas.
Zuriel Valencia
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